Antiguedad de las cartas del Tarot
Algunos afirman que las barajas empleadas para jugar evolucionaron a partir del mazo original del Tarot. Pero según el historiador Tom Tadfor Little, los primeros mazos de cartas aparecieron en Europa en torno a 1375, provinientes de los países islámicos donde venían utilizándose para jugar desde hacía ya varios siglos. Sin embargo estas no eran cartas de Tarot, y afirma que no hay evidencia alguna que demuestre que las cartas del Tarot ya hubieran sido creadas.
El juego del triunfo
En 1440 aparece la primera mención a lo que, con toda probabilidad, sea el origen del Tarot. En una carta del Duque de Milán, éste solicita varios mazos de cartas de “triunfos” para ser utilizadas en un evento especial. En dicha misiva se diferenciaba entre las cartas de “triunfo” y las habituales cartas de “juego”.
Todo parece indicar que el primer mazo de Tarot fue creado para un juego. Estaba compuesto por cuatro palos con cartas numeradas del uno al diez y cuatro cartas más, cada uno, que representaban a personajes de la corte: reina, rey, caballero y paje. Además incluía 22 cartas con figuras simbólicas que no pertenecían a ninguno de los palos. Esta baraja se empleó para jugar a un juego denominado TRIUNFO, que era muy similar al bridge. El juego se extendió rápidamente por toda Europa y alrededor de 1530 comenzaron a llamarlo tarocchi, que es la versión italiana de la palabra francesa tarot.
Del juego a la adivinación
En 1781, en Francia e Inglaterra, los ocultistas vieron en las imágenes de las cartas un significado simbólico que trascendía al simple valor como triunfo que se les daba en el juego. Utilizaron las cartas como herramienta de adivinación y comenzaron a escribir acerca del « Tarot ». Tras esto, el Tarot se convirtió en una parte de la filosofía ocultista.
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